PSICOANÁLISIS

ENSEÑANZAS DEL PSICOANÁLISIS, UNA APUESTA AL NIÑO COMO SUJETO

GABRIELA DUGUECH

(Humanitas - UNT)

El libro Enseñanzas del psicoanálisis. Una apuesta al niño como sujeto se presenta en dos tomos: Tomo 1: Aportes a una conversación interdisciplinar. Problemáticas actuales y Tomo 2: Estructuras subjetivas. Clínica y testimonios. Ambos volúmenes reúnen los textos que Gabriela Duguech fue produciendo a lo largo de su trayectoria profesional. Lo notable es la coherencia que atraviesa estos trabajos: una línea de pensamiento sólida que se profundiza sin perder claridad ni sensibilidad clínica.

Quisiera comenzar destacando la cuidada edición realizada por la Editorial Humanitas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Hay libros que uno lee, y hay libros que también se disfrutan como objetos: este pertenece a esa segunda categoría. La tapa reproduce un detalle de La escuela de Atenas, y la contratapa presenta un delicado dibujo de Alberto Rojo basado en una fotografía que la autora tomó de la silla desde la cual escucha a los niños en su consultorio; una silla que, en una ocasión, uno de sus pacientes intervino envolviéndola con un nudo, gesto que la autora supo transformar en signo y recuerdo.

Para iniciar este comentario es necesario detenerme en la expresión que sostiene toda la obra: el niño como sujeto. Esta idea funciona como su eje ético y teórico. Implica pensar al niño como un sujeto entramado en lo real, lo simbólico y lo imaginario, introducido en el lenguaje y a la vez marcado por él. La autora recorre primero los tres registros lacanianos, sus diferencias y encuentros, para luego avanzar hacia los modos de anudamiento y desanudamiento que organizan la experiencia subjetiva.

Gabriela nos invita a asumir los desafíos que plantea la clínica actual, y lo hace del modo más fecundo: situando la discusión en los grandes casos que marcaron la historia del psicoanálisis. En ese trayecto hace dialogar a autores como Anny Cordié y Jean-Claude Maleval, tomando como brújula teórica las enseñanzas de J.-A. Miller, a quien reconoce como referente.

El recorrido se vuelve especialmente interesante cuando retoma el célebre caso Dick, trabajado por Melanie Klein, como una vía para interrogar nuevamente la clínica contemporánea. Su lectura, a la luz de los desarrollos de Lacan, le permite replantear la posición del analista frente a aquello que no se deja atrapar por las categorías de déficit o trastorno. A partir de los tres registros, Gabriela teje una lectura que recuerda que, aun en los cuadros más graves, hay un sujeto sostenido por una lógica singular del decir.
El texto no sólo revisita los grandes casos del psicoanálisis: los reactiva, los pone a trabajar como herramientas para pensar las nuevas formas del sufrimiento infantil. Así, se vuelve una invitación a sostener la escucha analítica allí donde el discurso médico o pedagógico se apresura a nombrar, clasificar o protocolizar.

Y si hablamos de la clínica actual, Gabriela no podía dejar de abordar el autismo; lo hace ingresando por la transferencia. Se pregunta: “¿Es legítimo hablar de transferencia en la clínica con niños autistas, si la transferencia se produce por la dependencia estructural del sujeto al Otro simbólico, mientras que la posición del sujeto autista tiende a resguardarse de esa dependencia?”. Su respuesta es afirmativa: sí es posible, en tanto existe en ellos una relación al saber y al goce absolutamente particular. Es allí donde el analista puede incluirse, capturando con sutileza los puntos por donde burlar ese modo extremo de defensa temprana. De este modo, evita dejar al sujeto solo frente a los sufrimientos indecibles que puede comportar su aislamiento.

Más adelante ingresa en uno de los capítulos más potentes del libro, donde presenta generosamente casos de su propia clínica, sin dejar fuera el arduo trabajo con los padres, con las instituciones escolares y con las frecuentes intervenciones judiciales. En tiempos en que las neurociencias tienden a reducir la complejidad de la infancia a un conjunto de circuitos neuronales, conductas repetibles o indicadores de desempeño, el psicoanálisis aparece aquí como una ética del sujeto. Allí donde el discurso dominante busca corregir o medicar la diferencia, el analista se orienta por escuchar lo que esa diferencia viene a decir.

Finalmente, arribamos al apartado que denomina testimonio. De este segmento quisiera destacar, por elección personal, su trabajo sobre “los amores de las chicas trans”. Allí recoge el testimonio de una joven trans que lucha por ser admitida en los torneos de hockey femenino y realiza un seguimiento de su caso entrelazándolo con experiencias públicas y relatos de época. El resultado es un tejido teórico-testimonial de gran riqueza para pensar, por un lado, los cambios sociales, los efectos subjetivos de las intervenciones sobre los cuerpos y el papel de las tecnologías médicas y farmacológicas articuladas con la ley. Por otro lado, la autora se detiene a reflexionar sobre los tiempos del sujeto -siempre singulares, siempre caso por caso- y sobre los riesgos de precipitarse en decisiones que lo afecten. Además, abre un camino fértil para articular estas experiencias con las posiciones sexuadas tal como aparecen en las fórmulas de la sexuación de Lacan, reafirmando que se trata de posiciones del sujeto instituido en el lenguaje y no de respuestas dictadas por una biología determinante.

© LA GACETA

Gabriela Abad

Perfil
Gabriela Duguech es licenciada en Psicología, profesora asociada de Psicología de la Niñez y la Adolescencia en la UNT y docente en el Instituto Oscar Masotta. Co-fundó Tyché teoría y clínica en Psicoanálisis con niños.